01-10-2014 | Vozpópuli

Mas se ve a sí mismo como un gran estratega, como el Ulises capaz de dirigir la nave de la independencia por los procelosos mares rumbo a Itaca

El pasado día 30, como viene siendo habitual, se ha desarrollado la rueda de prensa en la que se explican los acuerdos que decide el Govern de la Generalitat. Como también es habitual, la lleva a cabo el conseller de Presidència y portavoz, el inefable Francesc Homs. Lo habitual también, es verle desplegar un tonito chulesco, muy de sobrado, con una mezcla de prepotencia y gracieta que le permite obtener buenas frases y rotundas afirmaciones a las preguntas que le hacen, sobre todo cuando vienen de periodistas afines...

Esta vez, sin embargo, a Quico le ha delatado el lenguaje corporal. Un comienzo vacilante, con numerosos momentos de duda acerca de lo que iba a explicar y vueltas, muchas vueltas alrededor de las cosas para no decir lo que al final ha tenido que decir... y que no quería decir. Y es que tras la suspensión cautelar por parte del Tribunal Constitucional de la ley de consultas, al Gobierno de la Generalitat se le plantea una dificilísima tesitura: por un lado, no puede haber consulta, ni publicidad de la misma ni ningún tipo de acción destinada a llevarla a cabo. Por el otro, la presión de ERC, sus socios de gobierno, y de la ANC, Omnium y demás satélites les obliga a no desdecirse y colocar las urnas el nueve de noviembre. Además, alcaldes y concejales de su partido, CIU, han ido metiendo mociones en los ayuntamientos para que se adhirieran y dieran soporte a la famosa consulta, con lo que las apreturas les vienen por todas partes.

Así, en uno de esos espectáculos de trilerismo de los que les he hablado anteriormente, el portavoz Homs se ha puesto estupendo y nos ha contado que habían solemnizado los acuerdos de gobierno para dejar claro que la partida no se había acabado, que la consulta se va a realizar y que ellos lo han elaborado todo de forma acorde a la legalidad, a la Constitución y al Estatuto, por lo que tras los recursos presentados a la suspensión, la cosa seguirá su curso... ¡Ni un paso atrás! ¡Que nadie piense que esto no continúa!

 

Pero siempre hay un pero

 

Y en este caso, el pero es de gran calado. Porque aquellos funcionarios que dediquen sus esfuerzos a promover, publicitar o facilitar que se realice la consulta pueden ser inhabilitados, con todo lo que ello implica. Y aquí es donde el gran Homs recula, y donde dije ni un paso atrás, ahora digo mejor si, y dejo claro que nosotros (el Govern) no podemos pedir a los funcionarios y los particulares que arriesguen lo que nosotros no vamos a arriesgar aunque sea de forma temporal y cautelar...

 

Aunque eso sí, el Govern no convoca manifestaciones, faltaría más, pero el éxito del prusés depende de dos cosas: de la movilización ciudadana y de la unidad política. Nosotros nos encargamos de la unidad política y la ciudadanía de tomar las calles.

 

Fantástico. Si pueden vean el video porque es enternecedor... El señor Homs deja claro que ni él ni los suyos van a arriesgarse a ser inhabilitados. Que no se les puede pedir eso a los funcionarios. Que hace mucho frío fuera... Pero si la gente toma las calles pues que no van a decir que no... Pero no esperen que les rescaten en caso de líos, que el Govern está por la unidad política y lo de los juzgados es para otros... Textualmente en un directo a las siete y media de la tarde Francesc Homs ha resaltado que "da gusto ver las movilizaciones masivas aunque llueva a cántaros". Pero eso sí, él bien calentito y a salvo en el Palau de la Generalitat. Y ya se encargarán la ANC y Omnium de ir puerta a puerta a localizar a los desafectos y atenerse a las consecuencias si hay denuncias.

 

¿Y qué hay de Artur Mas?

 

A lo largo de todo este proceso, el MHP de la Generalitat se ha querido reflejar en figuras de gran talla como Gandhi, Martín Luther King... Se ve a sí mismo como un gran estratega, como el Ulises capaz de dirigir la nave de la independencia por los procelosos mares rumbo a Itaca. Con quien de momento no se ha atrevido a comparar es con Winston Churchill. Corre por ahí una historia que cuenta que el estadista tenía un loro gris que soltaba exabruptos sin venir a cuento cada dos por tres mientras el planeaba sus estrategias. Artur Mas tiene al portavoz y a Tv3 para ello.