Notas de Prensa

Luis de Velasco: Economía 2009: vamos a peor

01-01-2009 | Estrella Digital

Si es que negar las crisis, y esconder la realidad tras discursos zapaterilmente optimistas no sirve de nada...

 

El presidente del gobierno acaba de declarar que saldremos de esta crisis económica. No es mucho decir porque el problema es cuándo, cómo y con qué costes y ahí, aparte de una serie de lugares comunes y las consabidas dosis de optimismo ficticio, poco ha añadido.

La economía española, con dos trimestres consecutivos de caída en el PIB, está ya, oficialmente, en recesión. No es exagerado afirmar, a la vista de las cifras, que el deterioro tanto en el mismo PIB como en el crecimiento del paro, ha sido brutal, algo nunca visto. De aquel aterrizaje suave que se habló desde el gobierno, nada de nada. Claro que también se negó la crisis, conociendo que existía, con lo que se perdió un tiempo precioso para encararla. Como se ha seguido afirmando, hasta fecha muy reciente y en textos legales, que esta crisis se debe exclusivamente a razones externas " la crisis inmobiliaria y financiera en Estados Unidos"- cuando ya, hace por lo menos un par de años, estaba claro que el "modelo" de crecimiento autóctono con el ladrillo como eje, tenía pies de barro y llevaba dentro las semillas de su agotamiento.

Entramos así en el segundo año de esta gravísima crisis, año que será mucho peor que 2008. Los asesores de Obama y el FMI advierten, los primeros que los problemas de la economía norteamericana son más graves de lo pensado y los segundos, que van a revisar nuevamente a la baja sus previsiones para la economía mundial. Ese marco es fundamental para nuestra economía en la que las dos únicas buenas noticias son la rebaja del precio del petróleo y el descenso del tipo del euríbor, aunque en ningún caso traspasados en su totalidad al consumidor. Como se ve, dos medidas "acordadas" por el gobierno. El PIB descenderá cerca del 2 por ciento y la cifra de paro se encaminará a los cuatro millones. Es más que probable que entremos en 2010 en plena crisis con recesión o depresión acompañada, crucemos los dedos para que eso no ocurra, de deflación. Estaremos en una evolución en forma de "U" y no es descartable un comportamiento "a la japonesa", es decir en forma de "L". Porque de ese famoso nuevo modelo de crecimiento, llamado a sustituir al ladrillo, basado en tecnologías avanzadas, auge exportador, competitividad, etc. no parece haber ni rastro y eso no se improvisa.

Nadie parece ser responsable de esta catástrofe que va a dañar, como siempre, a los más desfavorecidos que son muchos. Sin embargo, responsables los hay tanto por acción como por omisión. Tras una borrachera crediticia y especulativa de varios años, cerca de un década, y de privatización de altísimos beneficios, asistimos ahora a una etapa de socialización de pérdidas mediante medidas oficiales, del gobierno central y de los autonómicos , unas conocidas y otras menos conocidas publicadas en decretos de difícil comprensión con modificaciones contables o convirtiendo viviendas libres en protegidas. Todas ellas encaminadas a ayudar a las inmobiliarias y a sus financiadores.

¿Se traducirá en algo serio el creciente malestar social que ya apunta en varios frentes? Si miramos hacia atrás, cuando el paro alcanzó alturas estratosféricas, vemos que nada o poco ocurrió. Esta vez además, el paro va a afectar, sobre todo, a quienes menos capacidad de movilización y protesta tienen, los inmigrantes. Los dos sindicatos que, aunque cada vez menos, tiene cierto peso social están instalados en el oficialismo (expresemos una cierta duda sobre CCOO tras su reciente congreso). ¿Queda algo entre los partidos? ¿Hablamos en serio? ¿Alguien se imagina lo que pasaría con un gobierno del PP? Parece que sólo queda una cosa y así se ha pedido: tirar todos del carro. Pero en ese carro están ya sentados cómodamente algunos mientras tirarán los de siempre. Si la nuestra fuese una sociedad vital (que no lo es) y no anestesiada (que lo es), la crisis actual, que es mucho más que económica, debería dar paso a cambios trascendentales y necesarios. Algo escasamente probable.

PS: A pesar de todo, o precisamente por eso, feliz año a todos los lectores y los suyos.

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