Notas de Prensa

Un manual para aprender a llorar

29-10-2014 | València oberta

A mí me gusta ser de la tierra de la paella y de la traca, pero no de la tierra del soborno, el enchufe, el amiguismo, las comisiones, los fraudes y los chanchullos

Así dice la letra de una canción del que para mí es un mito de la música: Miguel Rios. La canción hablaba sobre el blues, el desamor... pero la realidad sí que te hace llorar, sobre todo si lees la prensa de hoy.

 
Yo creo que nos merecemos otra clase política, de verdad. Esto es una auténtica vergüenza y debe de acabar lo antes posible.
 
¡Quiero escribir sobre algo positivo! ¿Puede ser tan difícil?
 
No me gusta rendirme. Me olvido de tanto chorizo y pienso en ilusión, esperanza, perspectivas, futuro, chistes, sexo, mascotas, mas chistes, vuelvo al sexo... Empiezo a plantearme un relato erótico para mi colaboración semanal. ¿Falta mucho para fallas? Ufff, ¡5 meses!. Está siendo muy complicado.
 
Miren, cuando hace 3 años decidí levantarme de mi sofá y pelear para que hubiera una nueva opción a la que votar, diferente a las que habían, el panorama ni se parecía a lo que hay ahora mismo. Teníamos los EREs andaluces y dos o tres de las tramas del PP, que ya son tantas que me cuesta ordenarlas cronológicamente. Y ahora, cuando día tras día salen más casos de corrupción y cada vez huele más a podrido la política española, en vez de tener ganas de salir corriendo lo que deseo es que lleguen cuanto antes las próximas elecciones, porque quiero ver cómo empieza el cambio, cómo desplazamos a los gigantes y corruptos partidos establecidos y empezamos a regenerar nuestras instituciones.
 
A mí me gusta ser de la tierra de la paella y de la traca, pero no de la tierra del soborno, el enchufe, el amiguismo, las comisiones, los fraudes y los chanchullos.  Y últimamente, nos conocen más por lo último que por lo primero.
 
¡Pero seamos positivos! Sólo quedan 7 meses para las próximas elecciones y como dice otra mítica canción de Miguel Ríos... Necesitamos muchas manos, pero un solo corazón para poder intentar el exorcismo.

Volver